Hace unos años respondí a una llamada
profunda ancestral, lo dejé todo, casi a voz de pronto, y me fui a
vivir sola al campo... Fui lo suficiente capaz y osada para rendirme ante mí misma, al realizar este cambio tan radical en contra
de todas las personas que formaban parte de mi vida, y las dudas y miedos de mi
propia mente ,para dar en definitiva, ese salto al vacío.... y sí,
lo hice, lo di.
Un tiempo antes había alcanzado
todo lo que la sociedad “dice” que necesitaba para ser feliz ,y no comprendía cómo
podía estar inmersa en una profunda depresión sin aparente salida, una
tristeza increíble e insoportable, en otras palabras, una
crisis existencialista brutal sin saber porque.
Fue entonces que pedí ayuda desde mis
entrañas arrodillada en el suelo con la cabeza sobre el,…sin saber muy bien a
quién pedía ayuda…Yo sabía que había algo más, que el espacio y el tiempo, no son
lo que parecen, y que la vida tenía un
sentido mucho más elevado que lo que mi entorno me mostraba. Entonces a
través de revelaciones en sueños, como respuesta a esa plegaria desde las
entrañas de mi ser, y sincronizaciones
con personas ya despiertas en el camino de la consciencia, empecé mi propia
búsqueda interior y comencé a formarme, descubrir la meditación, el budismo,
reiki y el chamanismo…Comencé a resucitar de mis propias
cenizas como ave fénix ,entendiendo principalmente que si no me conocía a mí
misma , no conectaba con mi interior y el silencio, no podría entonces amarme,
ni amar a otros ,ni ser feliz. Es increíble que algo tan fundamental
para la realización del ser humano no se enseñe en el colegio.
El gran salto sobre la relevancia de la transcendencia
de la Vida, vino después. Al cabo del tiempo, respondí entonces a ese llamado ancestral
tan profundo del alma, que simplemente mi corazón no podía no seguir. Dejé mi
vida anterior, yo no era ese personaje: el espíritu de la Madre Tierra me
llamaba para redescubrir mi vínculo con ella y con sus enseñanzas de Vida. Se
me mostró que el verdadero poder, es la transformación interior y que las
mujeres tenemos un potencial alquímico natural de creación muy poderoso, que no
está siendo usado y que hace falta recuperar.
Continuo con mi historia:, unos meses ya
de vivir en el campo, la sabiduría de mi cuerpo a través de la
hipersensibilidad de mis oídos me llevó aún mas, de una forma
muy intensa e ineludible ,a adentrarme
en la soledad: un largo retiro de 2 años
para realmente aislarme del mundanal ruido en el silencio de las montañas,
a través de las meditaciones en los bosques, de los cantos que nacían de
lo más hondo de mi Ser, arropada en las noches por el calor del Abuelo Fuego y la energía de los arboles
que me cuidaban.
Descubrí una vida espiritual
intensa en mi interior conectada con la Naturaleza en unidad y con las
estrellas y la Luna..En realidad la intensa soledad me devolvió la enseñanza que nunca estamos solos...
También me adentré en mis propias
sombras humanas: afloraron a mi consciencia los grandes límites de mi
personalidad que yo misma me ponía y que no me permitían ser yo..Tuve que
verlos sin distracciones del exterior, llorarlos, sanarlos, abrazarlos y trascenderlos cada
vez más…aunque yo ya por ese entonces había hecho cursos vivenciales muy
poderosos al respecto; las tomas de consciencia en lo más hondo de mi ser y su perdón, tuvieron lugar gracias al
aislamiento al que me guío mi espíritu a través de mis oídos.
Primero pasé por una hyperacusia exacerbada
y después según la medicina occidental parecía que me iba quedar sorda. Yo me rendí,
acepté y sentí que todo pasa, para que nuestra alma evolucione (aunque no se
pueda entender en ese momento), y que la no resistencia a la Vida, la fe ciega
en Dios /el Universo/Gran Espíritu, como cada una desee llamarlo, nos libera y
nos abre el corazón.
Siempre podemos elegir. Yo no podía
entender bien como el Universo me enviaba esa prueba tan dura despúes de la renuncia tan grande que había
dado de mi vida anterior.. Esa prueba en la que parecía que me iba a quedar sorda según la medicina occidental…,
pero me entregué al proceso, me entregué a la transcendencia de vida y
entonces el despertar de la Mujer Medicina en mí llegó y se me reveló a mí misma.
Sané los oídos y el otorrino no podía
dar crédito de alegría, un caso único de revertir el proceso …(Ahora mis oídos
son solo sensibles, y me permiten
diferenciar las distintas frecuencias, porque alineo energía con la voz y los
cantos…y mi propia frecuencia siempre debe estar afinada también..)
No fue fácil el proceso de aislamiento, tuve muchos retos, y
momentos de desasosiego e incertidumbre.. a la vez que momentos de pura contemplación
, de gozo y alegría del Ser y luz eterna... Aprendí a sentir que el
Gran Espíritu, que todo lo contiene está dentro de mí y en toda la
Vida que me rodea. Pude recordar los ritmos naturales que son lentos, gracias a
la activación consciente de mi vínculo con la Madre Luna ,prestando atención a
su metamorfosis, así como a los cambios de estaciones de la Naturaleza.
Desperté mi magia de Vida: aprendí a respetar y a aprovechar los momentos de dilatación, contracción y expansión propios de mi Naturaleza femenina de mujer para así sacar la fuerza espiritual de mis lunas y elaborar mi creación: crearme a mi misma y a mi realidad, desde el lugar de la Consciencia, eligiendo cuidadosamente todo aquello que deseaba para mí, seleccionando las mejores semillas y descubriendo los dones de mi femineidad sagrada y de mi sangre de Vida.
Desperté mi magia de Vida: aprendí a respetar y a aprovechar los momentos de dilatación, contracción y expansión propios de mi Naturaleza femenina de mujer para así sacar la fuerza espiritual de mis lunas y elaborar mi creación: crearme a mi misma y a mi realidad, desde el lugar de la Consciencia, eligiendo cuidadosamente todo aquello que deseaba para mí, seleccionando las mejores semillas y descubriendo los dones de mi femineidad sagrada y de mi sangre de Vida.
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